jueves, 4 de septiembre de 2008


Hay veces que es necesario dar vuelta la página y comenzar a escribir otra historia, una historia que no sabemos si va a ser mejor o peor que la anterior, pero si sabemos que no va a ser la misma.
Cuesta mucho poner punto final a algo y cuesta mucho más cuando no estamos seguros de que si es así que queremos que concluya.
Pero la vida consta de eso, de un sin fin de historias vividas, cuentos feos, lindos, emocionantes, aburridos, con finales felices y otros sin ningún final. Pero lo más importante es que a pesar de cómo haya sido la historia siempre nos deja una marca, una moraleja que nos sirve de enseñanza, de ejemplo, que subsiste guardada en el recuerdo y nos orienta en lo próximo que vamos a escribir…